viernes, 31 de agosto de 2007

La muerte no es el final

No ha sido Antonio Puerta (Dios lo tenga en su gloria) el primer jugador que muere en el campo, ni el último (hace un par de días murió otro en África, creo). No obstante, ha supuesto una gran conmoción, alimentada por el tratamiento que la noticia ha tenido en los medios de comunicación. Este tema no es sobre por qué la muerte trágica de un futbolista llega a todos los lugares de España y nadie se entera de la muerte trágica de un joven que se suicida, de un joven que muere de sobredosis, de un joven que muere antes de que llegue a ser joven, antes de nacer... que también tiene miga.

Pero no, hoy el tema es que esta muerte ha provocado imágenes insólitas: los presidentes del Sevilla y del Betis, que suelen tratarse de insulto parriba, aparecen abrazados y "aquí me tienes pa lo que necesites". Los tiffossi, aficionados italianos, que suelen montar pollos escandalosos en las finales europeas, aparecen con una pancarta de homenaje a Puerta y se la llevan a los españoles. Todo esto por una muerte...

Pues los cristianos seguimos a Cristo, que está vivo, que da vida. Por su Muerte hemos sido liberados de la esclavitud de la muerte y del pecado. Por su Resurrección hemos sido llamados a la vida nueva, que no se gasta. Vive.