Ya estamos de vuelta, después de 15 días muy intensos y llenos de alegría y gozo. Creo que he conseguido que el blog sea sincero con la hora, y lo que me cuesta ajustar es mi hora de dormir, después de acostarme a las tres de la mañana la última semana (es lo que tienen algunos campamentos...) Me he dado una pequeña vuelta por España, una semanita en Santander de vacaciones con la que será mi comunidad dentro de mes y medio en el seminario y otra semanita de servicio en la acampada de oración de niños de la Renovación Carismática Católica. En ambos casos, el Señor ya estaba allí cuando llegué y en ambos casos me ha tocado el corazón. Me recuerda que soy hijo suyo, y que se siente orgulloso cuando me porto como tal. Pero me ama igual cuando desobedezco y eso es lo que me derrite...
¿Qué saco de estos días? Pues que la obra de Dios es a veces silenciosa, pero firme. Que la entrega hasta el límite te da una alegría que no se va y encima da fruto en los demás, que debería ser menos vaguete con el tema de las fotos para que podáis comprobar lo que digo y que los caminos del Señor sieeeeeeempre son los mejores.
lunes, 30 de julio de 2007
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1 comentario:
Bienvenido otra vez a estos lares. Nos vemos pronto. Bendiciones.
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