miércoles, 3 de septiembre de 2008
Como un viejo de 60 años...
Esta mañana me han echao un piropo, uno de los clásicos de los que muchas veces tiene que escuchar un cristiano: "¡Es que tienes la misma mentalidad de los curas viejos de 60 años! Yo pensaba que tú, al ser joven, serías más abierto..." Sobre esto habría mucho que decir. Por lo pronto, dos cositas. La primera, hemos pasado de una sociedad en la que los ancianos eran siempre fuente de sabiduría y experiencia, a una sociedad en la que los ancianos son estorbo, falta de progreso y en general, ideología anclada en el pasado e inválida en los tiempos que corren. La segunda, que la gente no sabe que eso de ser abierto a todo, tolerante, neutral,... es una de las grandes bolas que no están colando y que están destruyendo la sociedad actual. Ya no se puede tomar postura ante nada, porque obviamente, al tomar postura sobre algo, estás rechazando la postura contraria... Lo curioso es que para algunas cosas sí que se promueve la famosa "tolerancia cero". Lo malo es que para defender la verdad sobre las cosas, la humildad, la coherencia de vida, el amor (entendido como la entrega de la cruz, no como sentimiento romanticón barato)... para eso los márgenes se agrandan hasta hacerse totalmente elásticos, de manera que estos conceptos pierden totalmente su fuerza y su valor dentro de la sociedad actual. Que cada uno elija; si por querer ser coherente con la verdad de las cosas, apasionado por Cristo y fiel al Evangelio me van a decir que tengo la mentalidad de un cura de 60 años, bienvenido sea.
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