Relaciones humanas

No hay que ser muy lince para darse cuenta de que uno de los problemas básicos de la sociedad son las relaciones humanas. Los padres no saben cómo llevarse con los hijos, los hijos entre sí, los colegas con sus amigos, el marido con la mujer, la mujer con el marido, el gato con el perro... ah, no, que esos no son humanos. El otro día leí un artículo de un famoso psiquiatra, Enrique Rojas, dando consejitos sobre cómo mejorar nuestra calidad de vida mejorando nuestras relaciones humanas. Parecía que el tío había descubierto la pólvora, cuando se reducía a aconsejar humildad, perdón, buen humor y otros valores que el cristianismo lleva 2000 años defendiendo. Y así con todo. La gente anda fatal, agobiada, y Cristo lleva 2000 años llamándoles: "Venid a mí, los que estáis cansados y agobiados, que yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas. Pues mi yugo es llevadero y mi carga ligera." (Mt 11, 27-30). Cargad con mi yugo, que es mucho más ligero que los vuestros. Pero no, la gente se empeña en cargarse al cuello miles de kilos, y cuando la Iglesia presenta el yugo suave del amor, la mandan lejos. Cuando es un psiquiatra de prestigio, se le da la razón. Pero no pasa nada, porque Cristo sigue llamando, y hay muchos que descubren que su yugo es realmente ligero y gozoso. Puestos a elegir yugo, ¿cuál prefieres? Yo, el de Cristo.

Una voz cristiana en tu casa

El jueves pasado hicieron publicidad de mi blog en Radio María, así que me toca hacer publicidad de Radio María en mi blog, jejejeje. En serio, simplemente quería dar testimonio de la bendición que supone compartir la fe en un medio de comunicación que poco a poco, sostenido por la oración y el voluntariado de los hermanos, sigue siendo presencia cristiana (de la de verdad) en medio del mundo de los medios de comunicación. Que el Señor os bendiga y haga llegar vuestra misión hasta los confines de la tierra.

Perfectíssimo

Pues sí, poco a poco, la cosa va cuajando. Se va colando en la opinión pública que lo más perfecto es lo más consistente, esté basado en la verdad o la mentira. Lo que importa es que el aborto es un derecho y que cualquier mujer tiene derecho a decidir (libremente, ejem) si asesinar o no a su hijo. Me entraba la tos con lo de libremente, porque la libertad exige el conocimiento de la verdad. Cuando ese derecho es absolutamente eliminado por los médicos, que no informan acerca de qué es lo que le pasa al niño; cuando lo que cuenta es saber si el niño viene "bien" o "mal", en lugar de amar lo que no es perfecto, porque sólo Dios lo es; cuando una sociedad cree que el progreso consiste en matar a los seres más inocentes e indefensos de la sociedad... es que algo pasa. Algo muy grave. Contemplamos con horror los crímenes que se cometían en épocas pasadas. La historia nos condenará dentro de no mucho (espero) como a la sociedad más deshumanizada, en la que la vida ha pasado a ser una chaqueta que me quito o me pongo. En fin, qué pena dedicar un post cada tres meses a lo mismo. Qué pena que las cosas más increíbles sean las que no cambian...

Como un viejo de 60 años...

Esta mañana me han echao un piropo, uno de los clásicos de los que muchas veces tiene que escuchar un cristiano: "¡Es que tienes la misma mentalidad de los curas viejos de 60 años! Yo pensaba que tú, al ser joven, serías más abierto..." Sobre esto habría mucho que decir. Por lo pronto, dos cositas. La primera, hemos pasado de una sociedad en la que los ancianos eran siempre fuente de sabiduría y experiencia, a una sociedad en la que los ancianos son estorbo, falta de progreso y en general, ideología anclada en el pasado e inválida en los tiempos que corren. La segunda, que la gente no sabe que eso de ser abierto a todo, tolerante, neutral,... es una de las grandes bolas que no están colando y que están destruyendo la sociedad actual. Ya no se puede tomar postura ante nada, porque obviamente, al tomar postura sobre algo, estás rechazando la postura contraria... Lo curioso es que para algunas cosas sí que se promueve la famosa "tolerancia cero". Lo malo es que para defender la verdad sobre las cosas, la humildad, la coherencia de vida, el amor (entendido como la entrega de la cruz, no como sentimiento romanticón barato)... para eso los márgenes se agrandan hasta hacerse totalmente elásticos, de manera que estos conceptos pierden totalmente su fuerza y su valor dentro de la sociedad actual. Que cada uno elija; si por querer ser coherente con la verdad de las cosas, apasionado por Cristo y fiel al Evangelio me van a decir que tengo la mentalidad de un cura de 60 años, bienvenido sea.

El caballero ojcuro

No estoy yo muy puesto en cine, ni voy mucho ni veo muchas películas que realmente me digan algo. Pero el otro día encontré un superhéroe algo distinto, en el que se apreciaban con particular intensidad rasgos tan poco populares como la humildad, la renuncia al propio bien en favor del bien ajeno, la asunción del delito no cometido en favor del que no puede cargar con él, la soledad del que elige un camino de entrega a los demás,... No es que sea la única película que hable de ello, pero es la que más me ha llamado la atención, la que a mi juicio refleja de una manera más cruda todos estos ingredientes tan poco de moda. En un mundo en el que lo único que se valora es que destaques y que se te vea lo más posible, es agradable ver que tiene tirón una película de un tío capaz y entregado al bien, incluso aunque la sociedad o el propio poder no le entienda ni le aprecie siempre igual de bien. La peli pasará, y dentro de un par de meses ya nadie se acordará de ella, pero el amor de Dios manifestado en Cristo, que ha traido la plenitud a tu vida, seguirá esperando a tu puerta. Ése es el único que nos da la felicidad eterna. El resto hace lo que puede...