sábado, 12 de abril de 2008

Una vez más, qué pena

Ante la muerte violenta de un niño, la sociedad siempre se conmociona, e incluso entre los familiares y amigos existen reacciones violentas e irracionales, pero que no dejan de ser comprensibles ante la terrible tragedia que han sufrido. Incluso a nosotros se nos encoge el corazón de ver la foto del niño y saber que ha sido asesinado. Pues bien, el año 2006 ya llegamos al centenar de miles de niños que mueren al año violentamente en el útero de la madre, sólo en España. Pero claro, a esos no les podemos poner fotos, ni historias, ni vidas. ¿Dejan por ello de ser niños? ¿Deja por ello de ser brutal su asesinato? Pues parece que sí, parece que el que mata a un niño de 5 años es la mayor escoria de la sociedad y el que mata a un niño de tres meses es "un señor que garantiza los derechos". No exagero, el próximo día 14 de abril se empieza a debatir en el consejo de Europa la despenalización del aborto en los países que no lo tienen ya. Es más, con toda la cara dura del mundo (aquí está la noticia), dice una diputada austríaca que "debe permitirse a las mujeres la libertad de elección y ofrecer las condiciones para una elección libre y con información". O sea, que debe darse a las mujeres la libertad de asesinar. O sea, que cuando tiene 5 años, es una tragedia, una pobre criatura que tenía toda la vida por delante. Pero cuando está en el útero de la madre, es "material biológico" sujeto a la libertad de la madre. Qué engañados vivimos...

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