Qué grande es Dios. Nos podemos preocupar de 24043472245734565 cosas antes que Él, podemos pasarnos grandes temporadas en Babia, incluso nos podemos rebotar y caminar en dirección contraria.
No importa.
"Si escalo el cielo, allí estás Tú; si me acuesto en el abismo, allí te encuentro" (Sal 138, 8). Allí está Dios esperando para conducirte con su mano de Padre. Allí está para acercarte más a su Amor, porque "sabemos que en todo interviene Dios para bien de los que le aman" (Rm 8, 28).
Nada más. Sólo Dios.
lunes, 20 de julio de 2009
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